martes, 1 de octubre de 2013

Purgado de frenos

Realmente, purgar los frenos es más fácil de lo que parece, y en cuanto lo hagas 2 o 3 veces te quitarás los miedos y te resulta muy sencillo, en unos minutos dejarás tus frenos listos y te ahorrarás unos cuantos eurillos en taller, que podrás emplear en cerveza en las opcionales ;)
Es importante, antes de comenzar, destacar que cada marca de freno suele usar un tipo de líquido de frenos o aceite, y que introducir un líquido no adecuado o admitido por esa marca, puede causar un mal funcionamiento del mismo, e incluso el deterioro de latiguillos y juntas.
En este caso, vamos a purgar un freno de disco hidráulico Shimano XTR. Shimano utiliza en sus frenos hidráulicos aceite mineral, cuya botellita podréis encontrar en cualquier tienda de bicis, por aproximadamente 10 €.
He leído en varios foros, que algunas marcas de grasas y aceites disponen de un mismo tipo de aceite mineral apto para utilizar en los frenos Shimano, y cuyo coste por litro es muchísimo más barato, pero la verdad, no me he parado a estudiarlo aún, pero parece una buena opción al monopolio de las marcas y su “manía” por cobrarnos de forma abusiva por todo.
Bien, comencemos. Lo primero como siempre, tener las herramientas que necesitaremos a mano.
Para el purgado en este caso se necesitan:
  • Llave allen.
  • Destornillador de estrella.
  • Destornillador plano.
  • Aceite mineral Shimano.
  • Canutillo de plástico.
  • 2 jeringuillas de distinta capacidad.
  • Llave del 7-8.
  • Papel higiénico.
El siguiente paso es quitar la rueda correspondiente, en nuestro caso la delantera, para que en el caso de que gotee aceite de la maneta de freno, no manche el disco y lo estropee.
A continuación, con el destornillador plano sacamos el tornillo pasador que sujeta las pastillas de freno dentro de la pinza, y las retiramos también, para evitar cualquier salpicadura que pueda echarlas a perder también.
El siguiente paso es apalancar los pistones hacia dentro para dejarlos en su posición inicial, antes de purgar el freno.
 

Una vez hecho esto, el siguiente paso será colocar la maneta de freno con el depósito de aceite en posición horizontal, totalmente paralelo al suelo y envolverla en papel higiénico o papel absorbente, que evite el goteo del aceite cuando abramos el depósito.
La limpieza es importante, pero si nos preparamos bien, limpiaremos menos, que se agradece al terminar.

Procedemos a abrir la tapa del depósito de la maneta, para lo que utilizamos el destornillador de estrella, y la retiramos junto a la vejiga de goma que encontraremos debajo de ella y que sirve para evitar que, una vez cerrado el depósito, se escape aceite por las ranuras que hay entre la tapa y el cuerpo del mismo.

Ya tenemos preparado el freno para el purgado, y es el momento de preparar las jeringuillas que vamos a utilizar.
Hay que destacar que se puede purgar el freno de dos formas diferentes, que llamaremos “desde arriba” y “desde abajo”, en ambos casos es aconsejable utilizar dos jeringuillas.
Purgar “desde arriba” consiste en ir llenando de líquido el depósito a la vez que lo vamos extrayendo con una jeringuilla desde el racor de purgado de la pinza, u otra variante, que es colocar el canutillo en el racor de purgado de la pinza y una bolsa o vaso en el otro extremo del mismo, donde vaya cayendo el aceite o líquido de frenos que irá saliendo de la que vamos bombeando con la maneta de freno y llenando el depósito, así sucesivas veces, hasta que conseguimos hacer salir las burbujas de aire del circuito.
Purgar “desde abajo” consiste en lo contrario, introducir líquido con una jeringuilla desde la pinza, haciéndolo llegar al depósito, de donde iremos retirando el excedente con la otra jeringuilla (algunos simplemente lo dejan gotear y ya lo limpiaran después, pero no recomiendo esta opción, ya que es una guarrada, se queda todo pringoso y es un coñazo limpiar!!!)
Una vez probadas ambas opciones, para mi la mas fácil, útil y efectiva es la del purgado “desde abajo”. En mi opinión y mi experiencia, es más fácil y rápido purgar introduciendo líquido desde la pinza y retirando el excedente del depósito, además de que así es como he conseguido mejor tacto.
Por otro lado, se suele recomendar este tipo de purgado “desde abajo”, ya que al “empujar” al aceite hacia arriba, es mas fácil eliminar posibles burbujas de aire instaladas en el circuito que pasa por la pinza, haciéndolas subir con el líquido, que “absorbiéndolas” desde la pinza con la jeringuilla.
Hecho este apunte, vamos al siguiente paso y purguemos el freno “desde abajo”.
Colocamos el canutillo de plástico en la jeringuilla mas grande, y la llenamos del aceite mineral Shimano, dejando el canutillo también lleno de aceite y eliminando las burbujas de aire que hayan quedado en él.
Colocamos el otro extremo del canutillo en el racor de purgado de la pinza, recordad que el canutillo esta unido a la jeringuilla donde tendremos un importante cantidad de aceite mineral en su depósito, así como en el propio canutillo. Es posible que al ponerlo en el racor se forme alguna burbuja de aire, que tendremos que eliminar, haciéndola subir al depósito de la jeringuilla con el fin de no introducirla en el circuito.

En este momento comienza la verdadera acción del purgado. Con la llave inglesa del 7-8 en nuestro caso, abrimos el racor de purgado de la pinza, dándole un cuarto de vuelta y procedemos a presionar la jeringuilla introduciendo el aceite en el circuito.
El aceite introducido entra en el circuito, empujando el aceite que ya está dentro hacia arriba y con el las burbujas de aire que pueda haber, que terminarán saliendo por el depósito.
Al introducir aceite, habrá un excedente del mismo, desbordando por el depósito de la maneta, el cual con la ayuda de la otra jeringuilla debemos ir absorbiendo (ojo!! sin llegar a vaciar el depósito!! siempre tiene que haber aceite en él, si no entrará aire en el circuito y habremos estropeado el purgado. De lo que se trata es de que no rebose, no de vaciar el depósito)

Cuando vemos que ya no salen burbujas, se aconseja dar una serie de golpecitos tanto a la pinza, como a la maneta y a todo el latiguillo, y volver a repetir la acción de introducir aceite desde la pinza.
Comprobaremos que ya no salen burbujas y procederemos a seguir introduciendo aceite desde la pinza, con el fin de dejar el depósito de la maneta definitivamente lleno, momento en e cual procedemos a cerrar con la llave inglesa del 7-8 el racor de purgado de la pinza, retirar el canutillo del mismo, vaciar el aceite que nos haya sobrado en la jeringuilla y canutillo en la botella de aceite mineral, y por último cerramos el depósito colocando primero la vejiga y encima la tapa.
Por último, sólo nos queda limpiar a conciencia tanto la pinza como la maneta, o las posibles salpicaduras que hayamos podido causar. Esto es muy importante, ya que si el disco o las pastillas entran en contacto con aceite mineral o líquido de frenos, los dejaremos inservibles.
Una vez todo limpio, es el momento de colocar la maneta en su posición funcional, volver a montar las pastillas y colocar la rueda para probar que el tacto es bueno y hemos conseguido purgar nuestro freno.
Las primeras sensaciones es de poco tacto, pero eso es porque hemos “apalancado” los pistones hacia dentro, con lo que debemos apretar y soltar la maneta varias veces para que vaya cogiendo tacto.
Si hemos sido “finos” tras varios bombeos en la maneta, esta cogerá el tacto que esperábamos y habremos conseguido nuestro objetivo, purgar nuestros frenos. Si no es así, a volver a empezar! no todo sale a la primera por fácil que sea!

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